Es el día 4 de mi dieta y es viernes.
El humor de la gente el día viernes es bien diferente al de
toda la semana, y las razones son más que obvias. Llega el apreciado y deseado
fin de semana. Los 2 días sagrados en los que se sociabiliza y se relaja,
saliendo a comer, bailar, tomar, pasear, reir, bla bla bla. Bueno, si, todo muy
lindo. Pero…ni comer, ni tomar puedo yo. Bueno, en realidad no es que no pueda,
es que no debo. Tampoco en realidad es que no debo. Es que solo puedo tomar
agua o gaseosas light, y comer cosas no engordantes, es decir, no sabrosas. Como
puedo entonces ponerme contenta que ha llegado el fin de semana? Tengo un
desafío por delante, y es intentar disfrutar 2 días como siempre lo he hecho,
cuando me faltarán 2 ingredientes muy importantes que hacen al fin de semana
diferente al resto de mis días.
Estuve pensando opciones varias para tratar de pasar
felizmente mi fin de semana entonces. Son variadas en serio:
a)
La primer opción es hacer una cura de sueño.
Dormir y dormir. Con una botella de agua de un lado, y la persiana bien baja,
puedo darle a mi cuerpo y mi mente una extra dosis de descanso. No está mal,
pero y el próximo fin de semana? No me va a llamar nadie, ya se van a olvidar
de mi presencia.
b) La segunda opción es evitar cualquier plan de
comida. Si hay asado, llevo mi tupper. Si hay cena, llego más tarde, si hay
tragos……ahí directamente me mato. No me imagino cargar con un vaso toda la
noche de sólo bebida light. Por lo que esta opción tampoco me parece razonable
c) La tercer opción es hacer planes deportivos.
Salidas a correr, caminata, y cabalgata, día de spa, de desintoxicación como
plan especial. Esto si es que una opción, pero quien querrá acompañarme cuando
puede comer y tomar como lo hacía yo hace 1 semana, como cualquier persona
normal que puede salir a tomar un helado.
d) La cuarta opción, y la medité mucho antes de
escribirla, es hacer caso omiso a la dieta. Es saltear estos días, y hacer vida
normal, para volver a la tortura el día lunes nuevamente. Esta opción me
seduce, y mucho. Pero me regresa 2 pasos hacia atrás, cuando había avanzado uno
y medio. No lo veo viable.
En fin, se acerca el fin de semana, y mi felicidad tiene
decrecimiento marginal en lugar de crecer exponencialmente, como lo describiría
una matemático.
Espero sobrevivir esta experiencia, llena de sopitas light,
productos verdes y una combinación de a, b, c y d para llegar al lunes con
vida.
Arrivederci!!!
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